lunes, 18 de julio de 2011

LA ELECCION


LA ELECCION

Y procuraban día y noche, en toda la comunidad, que el número de sus elegidos pudiera ser salvo, con propósito decidido y sin temor alguno. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

A estos hombres de vidas santas se unió una vasta multitud de los elegidos, que en muchas indignidades y torturas, víctimas de la envidia, dieron un valeroso ejemplo entre nosotros. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

Por tanto, acerquémonos a Él en santidad de alma, levantando nuestras manos puras e inmaculadas a Él, con amor hacia nuestro Padre bondadoso y compasivo, el cual ha hecho de nosotros su porción elegida. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

Por tanto, juntémonos con los inocentes e íntegros; éstos son los elegidos de Dios. Segunda de Clemente (150 d.C.)

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no imputará pecado, ni hay engaño en su boca. Esta declaración de bienaventuranza fue pronunciada sobre los que han sido elegidos por Dios mediante Jesucristo nuestro Señor, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

Él también bendijo; he aquí, quita los cielos y los montes y las colinas y los mares, y todas las cosas serán allanadas para sus elegidos, para que Él pueda cumplirles la promesa que había hecho con gran gloria y regocijo, siempre y cuando ellos guarden las ordenanzas de Dios, que han recibido con gran fe. Hermas (150 d.C.)

Porque el Señor juró por su propia gloria, con respecto a sus elegidos: que si, ahora que se ha puesto este día como límite, se comete pecado, después no habrá para ellos salvación; porque el arrepentimiento para los justos tiene un fin; los días del arrepentimiento se han cumplido para todos los santos; en tanto que para los gentiles hay arrepentimiento hasta el último día. Hermas (150 d.C.)

Pero la parte blanca es la edad venidera, en la cual residirán los elegidos de Dios; porque los elegidos de Dios serán sin mancha y puros para la vida eterna. Hermas (150 d.C.)

Son elegidos por su anhelo de una mejor preparación y entrenamiento. Éstos son los que están dispuestos a oír lo que les dice, a poner en orden sus vidas, a progresar por una cuidadosa observancia de la ley de la justicia. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

LA AUTORIDAD MAXIMA: LA PALABRA DE DIOS



Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Colosenses 3:12

Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo. 1 Pedro 1:2

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