viernes, 29 de julio de 2011

LOS DOCE APOSTOLES


LOS DOCE APOSTOLES

Los apóstoles recibieron el evangelio para nosotros del Señor Jesucristo… y confirmados en la palabra de Dios con plena seguridad por el Espíritu Santo, salieron a proclamar las buenas nuevas de que había llegado el reino de Dios. Y así, predicando por campos y ciudades, por todas partes, designaron a las primicias (de sus labores), una vez hubieron sido probados por el Espíritu, para que fueran obispos y diáconos de los que creyeran. Clemente de Roma (30-100 d.C.)

Yo acostumbraba inquirir lo que habían dicho Andrés, Felipe, Tomás, Jacobo, Juan, Mateo o cualquier otro de los discípulos del Señor, y lo que están diciendo Aristión y el anciano Juan, los discípulos del Señor. Porque los libros para leer no me aprovechan tanto como la viva voz resonando claramente en el día de hoy en (la persona de) sus autores. Papías (120 d.C.)

Por tanto, les exhorto a todos a ser obedientes a la palabra de justicia y a soportarlo todo, según vieron con sus propios ojos en… Pablo y en el resto de los apóstoles; estando persuadidos de que todos éstos no corrieron en vano, sino en fe y justicia, y que están en su lugar debido en la presencia del Señor, con el cual han sufrido también. Porque no amaron al mundo presente, sino a Aquel que murió por amor a nosotros y fue resucitado por Dios para nosotros. Policarpo (135 d.C.)

De Jerusalén salieran doce hombres a todo el mundo. Estos hombres eran sin letra ni estudios, ni preparados para disertar con elocuencia. Pero por el poder de Dios proclamaron a toda raza que fueron enviados por Cristo para enseñar la palabra de Dios a todos. Justino Mártir (160 d.C.)

(Cristo) tuvo doce discípulos, los cuales, después de su ascensión a los cielos, salieron a las provincias del Imperio y enseñaron la grandeza de Cristo, al modo que uno de ellos recorrió nuestros mismos lugares predicando la doctrina de la verdad. Atenágoras (175 d.C.)

Mateo, (que predicó) a los hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la iglesia. Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, también nos transmitió por escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas, seguidor de Pablo, consignó en un libro “el evangelio que éste predicaba.” Por fin Juan, el discípulo del Señor “que se había recostado sobre su pecho,” redactó el evangelio cuando residía en Efeso . Ireneo (180 d.C.)

la iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos apóstoles Pedro y Pablo, que desde los apóstoles conserva la tradición y “la fe anunciada” a los hombres por los sucesores de los apóstoles que llegan hasta nosotros... Luego de haber fundado y edificado la iglesia, los apóstoles, entregaron el servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus cartas a Timoteo. Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los apóstoles, Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los apóstoles y con ellos confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y tradición de los apóstoles que todavía resonaba; y no él solo, porque aún vivían entonces muchos, los cuales habían recibido la doctrina de los apóstoles … Y esto muestra plenamente que la única y misma fe vivificadora que viene de los apóstoles ha sido conservada y transmitida en la iglesia hasta hoy. Ireneo (180 d.C.)

Finalmente la iglesia de Efeso, que Pablo fundó y en la cual Juan permaneció hasta el tiempo de Trajano, es también testigo de la tradición apostólica verdadera. Ireneo (180 d.C.)

Después de su resurrección, el Señor impartió conocimiento a Santiago el justo, a Juan y a Pedro. Y éstos a su vez al resto de los apóstoles. Y el resto de los apóstoles a los setenta, de los cuales uno de ellos fue Bernabé. Clemente de Alejandría (195 d.C.)

La palabra apóstoles significa enviados. Tertuliano (197 d.C.)

Cuán dichosa es esta iglesia (de la ciudad de Roma), en la que los apóstoles derramaron toda su doctrina juntamente con su sangre, donde Pedro sufrió una pasión semejante a la del Señor, donde Pablo fue coronado con un martirio semejante al de Juan (el Bautista), donde el apóstol Juan fue sumergido en aceite ardiente sin sufrir daño alguno, para ser luego desterrado a una isla. Tertuliano (197 d.C.)

Porque, así como los apóstoles no enseñaron cosas diversas entre sí, así los varones apostólicos no enseñaron cosas contrarias a las de los apóstoles; a no ser que se admita que una cosa aprendieron de los apóstoles, y otra predicaron. Tertuliano (197 d.C.)

Después de Domiciano reinó Nerva un año, el cual mandó llamar a Juan de la isla (esto es, Patmos) y le permitió que residiera en Efeso. En este tiempo él era el único sobreviviente de los doce apóstoles, y después de escribir su evangelio recibió el honor del martirio. Eusebio (320 d.C.) 

Jesucristo mientras vivía en la tierra declaraba lo que él era, lo que había sido, cuál era la voluntad del Padre que él ejecutaba, qué deberes prescribía al hombre; y todo esto, ya abiertamente al pueblo, ya a sus discípulos aparte, de entre los cuales había escogido a doce principales para tenerlos junto a sí,
destinados a ser los maestros de las naciones. Y así, habiendo hecho defección uno de ellos, cuando después de su resurrección partía hacia el Padre mandó a los once restantes que partieran y enseñaran a las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.





BENDICIONES


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