viernes, 19 de agosto de 2011

CERINTO Y LOS CAINITAS (DOCTRINAS HERETICAS)

CERINTO

Cerinto fue un maestro gnóstico primitivo, cuya doctrina floreció alrededor del año 100 d.C. 

Un tal Cerinto, en Asia, enseñó que el mundo no fue hecho por el primer Dios, sino por una Potestad muy separada y distante del primer Ser que está sobre todo, y que no conocía al Dios que está sobre todas las cosas. También formuló una hipótesis, afirmando que Jesús no había nacido de una virgen (pues le parecía imposible), sino que fue hijo de José y María de modo semejante a todos los demás hombres, y era superior a todos en justicia, poder y sabiduría. Ireneo (180 d.C.) 

La doctrina enseñada por Cerinto es esta: Habrá un reino terrenal de Cristo. Y ya que Cerinto era un hombre consagrado a los placeres del cuerpo y completamente carnal en sus inclinaciones, éste imaginó que el reino (de Cristo) consistiría en aquellas recompensas sobre las cuales estaba fijo su corazón. Dionisio de Alejandría (262 d.C.) 

LOS CAINITAS

Los cainitas fueron una secta gnóstica primitiva, la cual enseñaba que Caín, Judas y otras personas impías fueron en verdad buscadores espirituales que resistieron al Creador malvado. 

Otros dicen que Caín nació de una potestad superior, y profesan ser hermanos de Esaú, de Coré, de los sodomitas y de todos sus semejantes. Por eso el Hacedor los atacó, pero a ninguno de ellos pudo hacerles mal… Y dicen que Judas el traidor fue el único que conoció exactamente todas estas cosas, porque sólo él entre todos conoció la verdad para llevar a cabo el misterio de la traición, por la cual quedaron destruidos todos los seres terrenos y celestiales. Para ello, muestran un libro de su invención que llaman el ‘Evangelio de Judas’. Ireneo (180 d.C.) 

Y nadie puede salvarse si no experimenta todas las cosas, así como enseñó Carpócrates. Y que un ángel está ayudando a los seres humanos cuando cometen cualquier acto torpe y pecaminoso, el cual hace llevar a cabo toda acción atrevida e impura, de modo que este ángel es el responsable de todas estas obras, como ellos lo invocan: «Oh tú, ángel, yo cumplo tu acción; oh tú, potestad, yo llevo a cabo tu obra». Y dicen que en esto consiste la gnosis perfecta: entregarse sin vergüenza alguna a tales acciones, cuyo nombre ni siquiera es lícito pronunciar. Ireneo (180 d.C.) 

Una víbora de la herejía cainita… ha emocionado a una gran cantidad de personas con su doctrina venenosa. Lo primero que causó su veneno fue la destrucción del bautismo. Tertuliano (199 d.C.) 

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