viernes, 19 de agosto de 2011

MANES, MONTANO Y MONARQUISMO (DOCTRINAS HERETICAS)



MANES, MANIQUEÍSMO

Manes (216-276 d.C.), también conocido como Mani o Maniqueo, fundó una secta religiosa en Persia que incorporó muchos elementos gnósticos, particularmente el dualismo. Se difundió por el Oriente como una religión distinta, pero emergió en el Occidente principalmente como una herejía cristiana. 

Mani fue un persa… Él estableció dos principios: Dios y la Materia. Él llamó Dios al bien y Materia al mal… Dios pensó en cómo vengarse de la Materia… Por tanto, Él envió el poder que llamamos alma a la Materia para impregnarlo completamente… Ellos se abstienen de aquellas cosas que tienen vida (animal). Por consiguiente, se alimentan de vegetales y de todo que carezca de sensibilidad. También se abstienen del matrimonio, de los ritos de Venus y de la procreación de hijos… Estas cosas son las principales creencias que ellos afirman y creen. Y particularmente honran al sol y a la luna, no como dioses, sino del modo por medio del cual es posible alcanzar a Dios. Alejandro de Licópolis (300 d.C.) 

(Manes) adora a dos deidades: ambas sin origen, auto existentes y opuestas una contra la otra. Él enseña que una es buena y la otra mala. La primera deidad es llamada Luz y la otra Oscuridad. También enseña que el alma del hombre es una porción de la luz, pero el cuerpo… es parte de la oscuridad… El (buen Padre) envió a su querido Hijo para la salvación del alma. Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.) 

Arquelao preguntó: ¿No eres tú de la opinión de que Jesús nació de la virgen María? Manes replicó: “Dios me prohibió admitir que nuestro Señor Jesucristo vino a nosotros por medio del vientre natural de una mujer.” Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.) 

(Arquelao:) Si tu afirmación es verdad que el Hijo no nació, entonces indudablemente Él no sufrió. Porque no es posible que alguien sufra sin haber nacido. Sin embargo, si Él no sufrió, entonces el nombre de la cruz es eliminado. Y si la cruz no fue sufrida, entonces Jesús no se levantó de los muertos. Y si Jesús no se levantó de los muertos, entonces tampoco resucitará ninguna persona. Y si nadie ha de resucitar, entonces no habrá un juicio. Discusión entre Arquelao y Manes. (320 d.C.) 


MONTANO, MONTANISMO


El montanismo fue un movimiento espiritual que comenzó en la última parte del segundo siglo. Se inició con un hombre llamado Montano que vivía en Frigia. Después de él, el movimiento fue dirigido por dos profetizas: Priscila y Maximilia. Los montanistas se refieren a su movimiento como la Nueva Profecía. La iglesia normalmente los llamaba frigianos, catafrigianos o montanistas. 

Que la gente arriba mencionada no nos llame “hombres naturales” a modo de reproche. Tampoco permitan a los frigianos, porque estas personas usan el término “hombre natural” para referirse a aquellos que no pertenecen a la Nueva Profecía. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Hay otros que incluso son más herejes en naturaleza y son frigianos por naturaleza. Éstos han sido víctimas del error debido a ser previamente cautivados por aquellas mujeres miserables llamadas Priscila y Maximilia, las cuales, ellos suponen, son profetizas. Y anterior a ellas, los frigianos, de la misma manera, consideran como profeta a Montano… Ellos alegan que aprendieron más a través de sus libros que de la ley, de los profetas y de los evangelios. De hecho, ellos magnifican a estas desdichadas mujeres por encima de los apóstoles y de todo don de gracia. Además, algunos de ellos presumen que hay algo en ellos superior a Cristo. Hipólito (225 d.C.) 

Aquellos que son llamados catafrigianos se esfuerzan en reclamar para ellos mismos nuevas profecías. Éstos no pueden tener ni al Padre ni al Hijo. Pues si les preguntamos a qué Cristo predican, ellos responderán diciendo que predican (al Cristo) que envió al Espíritu que habla por medio de Montano o Priscila. Sin embargo, cuando observamos que el Espíritu de verdad no estuvo en tales personas, sino un espíritu de error, sabemos que los que sostienen sus falsas profecías contra la fe de Cristo, no pueden tener a Cristo. Farmiliano (256 d.C.) 

MONARQUISMO

El término “monarquismo” se refiere a la creencia de que los tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son modalidades o revelaciones diferentes de una misma persona. Dicha creencia es también conocida en los círculos teológicos como modalismo, patripasianismo o sabelianismo. En el uso popular, esta creencia se refiere generalmente a la teología “Sólo Jesús”. Dos de los maestros primitivos del monarquismo fueron Noeto y Praxeas. 

(Los monarquistas) buscan exhibir el fundamento para su dogma, citando la palabra en la ley: “Yo soy el Dios de tus padres; no tendrás otros dioses delante de mí.” Y otra vez en otro pasaje, Él dice: “Yo soy el primero y el último. Y aparte de mí, no hay otro.” De este modo, ellos dicen que prueban que Dios es uno. Por tanto, responden de la siguiente manera: “Si yo reconozco que Cristo es Dios, Él debe ser el mismo Padre, si de veras Él es Dios. Ahora, Cristo, siendo Dios mismo, sufrió. Por consiguiente, el Padre sufrió, puesto que Él (Cristo) era el mismo Padre.” Hipólito (205 d.C.) 

Ahora, Calixto (obispo de Roma) se presentó a Severino (sucesor obispo de Roma) y lo indujo a declarar públicamente: “Yo sé que hay un solo Dios: Jesucristo.”… Y nosotros, conscientes de sus sentimientos, no le dimos lugar, sino que lo reprobamos y resistimos por causa de la verdad. Y él precipitadamente… nos llamó adoradores de dos Dioses. Hipólito (205 d.C.) 

El diablo ha rivalizado y resistido la verdad de diferentes maneras… Praxeas sostiene que hay un sólo Señor, el Creador Todopoderoso del mundo. Él dice esto a fin de que a partir de dicha unidad pueda crear una herejía. Él dice que el Padre mismo descendió a la virgen, nació de ella y sufrió; y que Él mismo fue Jesucristo. Tertuliano (213 d.C.) 

Los monarquistas constantemente nos critican por ser predicadores de dos Dioses y tres Dioses, en tanto que ellos toman un preeminente crédito por ser “adoradores de un sólo Dios”… Nosotros decimos que ellos sostienen la “monarquía.” Tertuliano (213 d.C.) 

Jesús les ordenó a bautizar en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; no en un Dios unipersonal. Tertuliano (213 d.C.)

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