HOSPITALIDAD
Párrafo de una carta dirigida a la iglesia de Corinto.
¿Quién no admiró su piedad en Cristo, sobria y paciente? ¿Quién no proclamó su disposición magnífica a la hospitalidad? ¿Quién no los felicitó por su conocimiento perfecto y sano? Clemente de Roma (30-100 d.C.)
Por su fe y su hospitalidad a Abraham le fue concedido un hijo siendo anciano, y en obediencia lo ofreció a Dios en sacrificio en uno de los montes que Él le mostró… Por su hospitalidad y piedad Lot fue salvado de Sodoma, cuando todo el país de los alrededores fue juzgado por medio de fuego y azufre… Por su fe y hospitalidad fue salvada Rahab la ramera. Porque cuando Josué hijo de Nun envió a los espías a Jericó, el rey del país averiguó que ellos habían ido a espiar su tierra, y envió a algunos hombres para que se apoderaran de ellos y después les dieran muerte. Por lo que la hospitalaria ramera los recibió y los escondió, en el terrado, bajo unos manojos de lino. Clemente de Roma (30-100 d.C.)
Reciban en nombre del Señor a los apóstoles que les visitaren, en tanto permanecieren un día o dos entre ustedes: el que se quedare durante tres días, es un falso profeta. Al salir el apóstol, deben proveerle de pan para que pueda ir a la ciudad donde se dirija: si pide dinero, es un falso profeta. Si el que viniere a ustedes, fuere un pobre viajero, socórranlo cuanto puedan; pero no debe quedarse en su casa más de dos o tres días. Si quisiere permanecer entre ustedes como artista, que trabaje para comer; si no tuviese oficio ninguno, procuren según su prudencia a que no quede entre ustedes ningún cristiano ocioso. Si no quisiere hacer esto, es un negociante del cristianismo, del cual se alejarán. Didaché (80-140 d.C.)
(Los cristianos) no desprecian a la viuda, no contristan al huérfano; el que tiene, le suministra abundantemente al que no tiene. Si ven a un forastero, le acogen bajo su techo y se alegran con él como con un verdadero hermano. Arístides (125 d.C.)
Oye ahora las otras obras que sigue de ellas: servir a las viudas, visitar a los huérfanos y necesitados, rescatar a los siervos de Dios en sus aflicciones, ser hospitalario porque en la hospitalidad se ejerce la benevolencia una y otra vez. Hermas (150 d.C.)
Y de la décima montaña, en que había árboles que cobijaban a ciertas ovejas, los que creyeron son así: obispos, personas hospitalarias, que reciben alegremente en sus casas en todo tiempo a los siervos de Dios sin hipocresía. Estos obispos en todo tiempo sin cesar dieron albergue a los necesitados y a las viudas en sus administraciones, y se condujeron con pureza en todo momento. A todos éstos, pues, les dará asilo el Señor para siempre. Los que han hecho estas cosas, por consiguiente, son gloriosos a la vista de Dios, y su lugar es ahora con los ángeles si siguen hasta el fin sirviendo al Señor. Hermas (150 d.C.)
Los que nos odiábamos y matábamos, y no compartíamos el hogar con nadie de otra raza que la nuestra, por la diferencia de costumbres, ahora, después de la aparición de Cristo, vivimos juntos y rogamos por nuestros enemigos. Justino Mártir (160 d.C.)
LA AUTORIDAD MAXIMA: LA PALABRA DE DIOS
Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. 1 Timoteo 5:9-10
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