¡Qué contraste entre el mensaje de los primeros cristianos y él de nosotros!
Ahora hagamos el contraste entre lo que enseñaban los primeros cristianos y lo que se enseña en muchas iglesias hoy. Por ejemplo, Kenneth Hagin, un maestro y escritor cristiano muy conocido en los Estados Unidos hoy, afirma haber tenido este diálogo con Dios:
“El Señor siguió diciendo: ‘Y tú, Satanás, ¡cuida tus manos de tocar el dinero mío!’ Porque es Satanás el que estorba para que usted no lo tenga; no soy yo.
“‘Reclámalo porque está aquí sobre la tierra y Satanás se ha apoderado del dinero, porque él es el dios de este siglo. Di: “Yo reclamo…”, nombrando lo que tú quieras o necesites.’ “Algunos van a disputar: ‘Bien, yo puedo creer que Dios proveerá para nuestras necesidades, pero me parece bastante raro cuando usted me dice que ¡él va a darme todo lo que desee!’ Eso mismo dije yo al Señor: ‘Sí, Dios, puedo creer que tú deseas suplir lo que necesitamos. Pero ¿suplirás todos nuestros deseos?’ “El me contestó: ‘Tú pretendes ser muy rigorista en atender a mis palabras. En el Salmo 23 que tú tantas veces citas, dice: “Jehová es mi pastor, NADA me faltará”.’ “Dice en Salmo 34: ‘Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová NO TENDRÁN FALTA de ningún bien.’ (v. 10). “Reclama lo que necesites o desees. Di: ‘Satanás, cuida tus manos de tocar mi dinero’. Luego, di: ‘Vayan, espíritus ministradores, y traíganme el dinero’.”
Otra vez, en los primeros siglos, los herejes, no los cristianos, enseñaban esa teología de prosperidad. Por ejemplo, uno de los herejes más infames del tercer siglo, Pablo de Samosata, enseñaba y practicaba un mensaje de prosperidad. Unos ancianos cristianos contemporáneos decían esto de él: “Anteriormente él era pobre y desamparado. No heredó nada de su padre. No ganó nada por una empresa o un negocio. Pero ahora posee gran riqueza por medio de sus engaños y hechos vergonzosos… El ha hecho ricos también a sus seguidores. Por este motivo, los que desean la riqueza le aman y le admiran.”
BENDICIONES
Tomado del Libro: Que hblen los primeros cristianos de David Bercot.
FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
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