FE
Porque verdaderamente esta duda en el ánimo es hija del diablo y causa gran daño a los siervos de Dios. Por tanto, desprecia estas dudas del ánimo y domínalas en todo, revistiéndote de fe, que es fuerte y poderosa. Puesto que la fe promete todas las cosas, realiza todas las cosas; pero el ánimo indeciso, que no tiene confianza en sí mismo, falla en todas las obras que hace. Hermas (150 d.C.)
Y así como Abraham creyó a la voz de Dios y le fue contado por justicia, también nosotros hemos creído a la voz de Dios, pues nos ha hablado nuevamente por boca de los apóstoles de Cristo, después que fue anunciado por los profetas, y por esa fe hemos renunciado hasta la muerte a todas las cosas del mundo. Justino Mártir (160 d.C.)
A este Hijo el Padre ha revelado para manifestarse a sí mismo por él, y para recibir en el eterno refrigerio a los justos que creen en él, pues creer en él significa hacer su voluntad. Ireneo (180 d.C.)
Así pues, por temor a cosa semejante, nosotros debemos mantener inalterada la regla de la fe, y cumplir los mandamientos de Dios creyendo en Él, temiéndole como a Señor y amándole como a Padre. Por lo tanto, un comportamiento de este estilo es una conquista de la fe, pues, como dice Isaías: Si no creen no comprenderán; la fe se nos concede por la verdad, pues la fe se fundamenta en la verdad.
Ireneo (180 d.C.)
La gente común, como los niños que temen al cuco, teme a la filosofía griega por miedo de ser extraviado por ella. Sin embargo, si la fe que tienen, ya que no me atrevo a llamarla conocimiento, es tal que puede perderse con argumentos, que se pierda, pues con esto sólo ya confiesan que no tienen la verdad. Porque la verdad es invencible: las falsas opiniones son las que se pierden. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
Una persona que no hace lo que Dios ha ordenado revela que realmente no tiene fe en Dios.
Clemente de Alejandría (195 d.C.)
La fe es algo superior al conocimiento, y es su criterio. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
La vida de los cristianos, que ahora enseñamos, consiste en un conjunto de acciones racionales, la práctica perseverante de lo que nos enseña Cristo y que nosotros llamamos fe. Clemente de Alejandría (195 d.C.)
(Según los herejes) el bautismo no es necesario, pues basta la fe. Tertuliano (197 d.C.)
Los gentiles, por la fe en Cristo, preparan para sí la vida eterna mediante las buenas obras.
Hipólito (200 d.C.)
“Si tienes fe como un grano de mostaza dirás al cerro…” Los cerros mencionados aquí, en mi opinión, son los poderes terribles que se encuentran en la ola de la maldad. Cuando uno tiene fe para creer todo lo que está escrito en las sagradas Escrituras, esa fe es como un grano de mostaza. Orígenes (248 d.C.)
(Escrito a cristianos que enfrentaban el martirio) Está escrito que el justo vive por fe. Si tú eres justo y vives por fe, si verdaderamente crees en Cristo, ¿por qué no abrazas la seguridad a la que eres llamado a Cristo? ¿Por qué no te causa alegría que seas rescatado de Satanás? Pues estás a punto de estar con Cristo y tienes la seguridad de la promesa del Señor. Cipriano (250 d.C.)
LA AUTORIDAD MAXIMA: LA PALABRA DE DIOS
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Romanos1:17
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
Hebreos 11:1-2
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6
Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Hebreos 11:36-40
BENDICIONES
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