miércoles, 7 de septiembre de 2011

MUJER

MUJER

Consejo a las mujeres

Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. 
Proverbios 31:30 

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a sus maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas. 1 Pedro 3:1 

Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 1 Pedro 3:5-6 

(Los cristianos de Corinto) a las mujeres les encargaban la ejecución de todos sus deberes en una conciencia intachable, apropiada y pura, dando a sus propios maridos la consideración debida; y les enseñaban a guardar la regla de la obediencia, y a regir los asuntos de sus casas con propiedad y toda discreción. Clemente de Roma (30-100 d.C.) 

Guiemos a nuestras mujeres hacia lo que es bueno: que muestren su hermosa disposición de pureza; que prueben su afecto sincero de bondad; que manifiesten la moderación de su lengua por medio del silencio; que muestren su amor, no en preferencias partidistas, sino sin parcialidad hacia todos los que temen a Dios, en santidad. Clemente de Roma (30-100 d.C.) 

Di a mis hermanas que amen al Señor y estén contentas con sus maridos en la carne y en el espíritu. Ignacio (105 d.C.) 

Enseñémonos primero a andar en el mandamiento del Señor; y luego a nuestras esposas también, a andar en la fe que les ha sido dada y en amor y pureza, apreciando a sus propios esposos en toda verdad y amando a todos los hombres igualmente en toda castidad, y criando a sus hijos en el temor de Dios. Policarpo (135 d.C.) 

¡Sometan sus cabezas a sus esposos y estarán suficientemente adornadas! Ocupen sus manos en el trabajo de hilado. Mantengan sus pies en casa y serán agradables más que vistiéndose de oro. Vístanse ustedes mismas con la seda de la rectitud, el lino fino de la santidad y la púrpura de la modestia. Si se adornan de esta manera, tendrán a Dios como su esposo que las ama. Tertuliano (198 d.C.) 

 

Ejemplos de mujeres piadosas

Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole. Mateo 27:55 

Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Hechos 21:8 

Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Hebreos 11:11 

A estos hombres de vidas santas se unió una vasta multitud de los elegidos, que en muchas indignidades y torturas, víctimas de la envidia, dieron un valeroso ejemplo entre nosotros. Por razón de los celos hubo mujeres que fueron perseguidas, después de haber sufrido insultos crueles e inicuos, como Danaidas y Dirces, alcanzando seguras la meta en la carrera de la fe, y recibiendo una recompensa noble, por más que eran débiles en el cuerpo. 
Clemente de Roma (30-100 d.C.) 

Hablo de Felipe, uno de los doce apóstoles, el cual fue a reposar a Hierápolis. Hablo también de sus dos hijas que llegaron a la vejez sin casarse. Su otra hija también, que pasó su vida bajo la guía del Espíritu Santo, yace en Efeso. Polícrates (190 d.C.) 

Porque tal era el encanto de las palabras de Jesús, que no sólo los hombres estuvieron dispuestos a seguirlo a los montes, sino también las mujeres, olvidando la debilidad de su sexo… siguieron a su maestro en lugares desiertos. Orígenes (225 d.C.)


Está escrito en los evangelios que había ciertas mujeres que habían sido sanadas de sus enfermedades, entre éstas estaba Susana. De sus propios bienes, estas mujeres proveían apoyo para los discípulos. Orígenes (248 d.C.)

 

El papel de la mujer en la iglesia

Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 1 Corintios 11:5 

Sus mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 
1 Corintios 14:34-35 

La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 1 Timoteo 2:11-12 

Pablo no dudó en mencionar de su ‘compañero’ en una de las epístolas… Él dice en su epístola: “¿No tengo derecho de tomar a una hermana como esposa como hicieron los otros apóstoles?” Sin embargo, los otros apóstoles, en armonía con su ministerio, se entregaron así mismos a la predicación sin distracciones. Sus esposas fueron con ellos, no como esposas, sino como hermanas, para ministrar a mujeres que cuidan de su hogar.
Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Guiemos a nuestras mujeres hacia lo que es bueno: que manifiesten la moderación de su lengua por medio del silencio. Clemente de Roma (30-100 d.C.) 

No es permitido que una mujer hable en la iglesia, ni tampoco enseñe, bautice o cumpla algún papel del hombre como el de dirigir. Tertuliano (197 d.C.) 

¡Cómo podemos creer que el que ni permite a la mujer aprender con demasiada autoridad, va a permitir a una mujer enseñar o bautizar! El dice: “que guarden silencio y pregunten a sus esposos en casa.” Tertuliano (198 d.C.) 

La mujer debe guardar silencio en la iglesia. En la primera carta de Pablo a los corintios dijo: “Sus mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” Y también a Timoteo: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.” Cipriano (250 d.C.)


El papel de la mujer entre los herejes y las religiones paganas

Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Apocalipsis 2:20 

Otras veces (un falso maestro) presenta a una mujer un cáliz con la mezcla (de agua y vino), y le ordena que ella misma dé gracias en su presencia. En seguida acerca un cáliz mucho mayor que aquel que en la mujer engañada ha celebrado la eucaristía… Haciendo estas y otras magias semejantes, seduce a muchos y los arrastra para que lo sigan. 
Ireneo (180 d.C.) 

(Hablando de Marcos, un falso maestro) Parecería tener por cómplice a un demonio, por cuya obra causa la impresión de profetizar, y también hace profetizar a aquellas mujeres a quienes juzga dignas de participar... Ella entonces, envanecida por lo que se le ha dicho, siente calentarse su alma con el sueño de que está por profetizar. 
Ireneo (180 d.C.) 

(Entre los herejes) Ella entonces se siente profetisa… y en agradecimiento no sólo le da una gran parte de sus riquezas, de donde él (Marcos,un falso maestro) amontona una buena cantidad de dinero; sino que también le entrega su cuerpo deseando estar unida íntimamente con él. Otras mujeres más fieles, llevadas por el temor de Dios, no se dejan seducir. Cuando él las ha intentado seducir como a las otras, mandándoles que profeticen, se han alejado de este hombre fuera de sí lanzándole insultos y anatemas. Ireneo (180 d.C.) 

(Entre los herejes, las mujeres) se atreven a enseñar, disputar, echar fuera demonios, realizar sanidades, y tal vez aun bautizar. Tertuliano (197 d.C.) 


(Hablando de las religiones romanas) Hay ciertos lugares donde no puede entrar ningún hombre. En otros, no puede entrar ninguna mujer. Es un delito para un esclavo presenciar ciertas ceremonias religiosas. Unos templos son gobernados por una mujer con un esposo. Otros templos son gobernados por una mujer con muchos esposos. Marco Minucio Félix (200 d.C.) 
 
Júpiter ha rechazado el sexo masculino y como Celso (un crítico pagano) observa, emplea a la mujer de Dodona para el oficio profético. Orígenes (248 d.C.) 

Igualdad con el hombre en naturaleza y salvación 

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo. Gálatas 3:28 

Porque en cuanto a la justicia y virtud de toda especie, Dios quiso que las mujeres tuvieran la misma capacidad que los hombres para ganarlas, en cambio, la configuración de la carne, vemos que es diferente en el varón y en la mujer. Nosotros, sin embargo, sabemos que ninguno de los sexos es de suyo justo ni injusto, sino por piedad y justicia.
Justino Mártir (160 d.C.) 

Esta Safira es una mujer perversa, enferma de amor, que canta sus deseos desordenados. En cambio, todas nuestras mujeres son puras, y las jovencitas, mientras están hilando, cantan sobre cosas divinas y más nobles que esta dama de ustedes. Por esta razón, deben tener vergüenza, ya que son discípulos de mujeres. Sin embargo, ustedes se burlan de los que sostienen nuestra doctrina y de las asambleas donde se reúnen… Una cierta mujer llamada Mélani era una mujer sabia y por eso Lisistrato hizo una estatua de ella. Sin embargo, ustedes no pueden creer que haya mujeres sabias entre nosotros. ¿Cómo es posible que insulten a nuestras mujeres sin sentir vergüenza? A pesar de todo, ustedes tienen muchas poetisas cuyas producciones son pura basura. Tienen innumerables prostitutas y hombres sin valor. Taciano (160 d.C.) 


En lo que se refiere a la virtud, el hombre y la mujer son iguales. Ambos tienen a un mismo Dios, y uno es también el maestro de ambos (Jesucristo). Participan de una misma iglesia, una misma sabiduría, una misma modestia, un mismo alimento. Comparten por igual el yugo del matrimonio. La respiración, la vista, el oído, el conocimiento, la esperanza, la obediencia, el amor, todo es igual para uno y para otra. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Pues bien, abracemos con más fuerza esta bella obediencia y entreguémonos al Señor, agarrándonos al sólo cable de la fe en Él, sabiendo que la virtud es la misma para el hombre que para la mujer. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Como es algo noble para el hombre morir por la virtud, por la libertad y por sí mismo, también lo es para una mujer. Pues, esto no es único a la naturaleza de los hombres. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

En esta vida, se nos dice, “toman mujer y se casan”; sólo aquí en la tierra se distingue la mujer del varón, pero no así en la otra vida; en el otro mundo, los premios merecidos por esta vida común y santa del matrimonio no son exclusivos del varón o de la mujer, sino de la persona, una vez liberada de la concupiscencia que la divide en dos categorías distintas. Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Todos somos, sin embargo, iguales por nacimiento y sólo nos distinguimos por la virtud. 
Marco Minucio Félix (200 d.C.) 

(Celso, un crítico romano del cristianismo, dice:) Los cristianos provocan a los niños a la maldad y a las mujeres a dejar a sus padres y maestros para seguirles a ellos. (Respuesta de Orígenes:) Celso no puede comprobar tal acusación en contra de nosotros. Al contrario, nosotros rescatamos a las mujeres de una vida de inmoralidad y les enseñamos a dejar de vivir en enemistad con quienes viven. Nosotros las libramos de todos los deseos malos deseos, de los teatros, las danzas y las falsas creencias. 
Orígenes (248 d.C.) 

La misericordia de Cristo y su gracia celestial fueron igualmente divididas entre todos por igual, sin diferencia de sexo, sin distinción de edad ni de personas. Cipriano (250 d.C.) 


BENDICIONES

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