viernes, 2 de septiembre de 2011

¿ES POSIBLE PERDER LA SALVACIÓN?

 
¿Es posible perder la salvación?



Con toda seguridad el que, con humildad de ánimo y mansedumbre haya ejecutado, sin arrepentirse de ello, las ordenanzas y mandamientos que Dios ha dado, será puesto en la lista y tendrá su nombre en el número de los que son salvos por medio de Jesucristo. Clemente de Roma (30-100 d.C.) 

Por su hospitalidad y piedad Lot fue salvado de Sodoma, cuando todo el país de los alrededores fue juzgado por medio de fuego y azufre; el Señor con ello anunció que no abandona a los que han puesto su esperanza en Él, y que destina a castigo y tormento a los que se desvían. Clemente de Roma (30-100 d.C.) 

Debemos, entonces, hermanos, andar con toda diligencia en lo que respecta a nuestra salvación, no sea que el maligno, logrando infiltrarse por el error, nos arroje, como la piedra de una honda, lejos de nuestra vida. Bernabé (70-130 d.C.) 

Por lo tanto, atendamos a los últimos días, pues de nada nos servirá todo el tiempo de nuestra fe, si ahora, en el tiempo inicuo y en los escándalos que están por venir, no resistimos como conviene a hijos de Dios, a fin de que el Negro no se nos infiltre. Bernabé (70-130 d.C.) 

(Dirigido a los cristianos) Recordémoslo, no sea que, echándonos a descansar como llamados, nos durmamos en nuestros pecados, y el príncipe malo, tomando poder sobre nosotros, nos empuje lejos del reino del Señor. Además, hermanos míos, consideren este punto: cuando estén viendo que, después de tantos signos y prodigios sucedidos en medio de Israel y que, sin embargo, han sido de este modo abandonados, andemos alerta, no sea que, como está escrito, nos encontremos muchos llamados y pocos escogidos. Bernabé (70-130 d.C.) 

Velen por su vida; procurando que estén ceñidos sus lomos y sus lámparas encendidas, y estén dispuestos, porque no saben la hora en que vendrá el Señor. Reúnanse a menudo para buscar lo que convenga a sus almas, porque de nada les servirá el tiempo que han profesado la fe, si no fueren hallados perfectos el último día. Didaché (80-140 d.C.) 

El árbol es manifestado por su fruto; así también los que profesan ser de Cristo se manifiestan por medio de sus acciones. Porque la obra no es una cuestión de profesar ahora, sino que se ve cuando uno es hallado continuando en el poder de la fe hasta el fin. Ignacio (105 d.C.) 

Por esta causa, si hacen estas cosas, el Señor dice: Aunque estén unidos a mí en mi propio seno, si no hacen mis mandamientos, yo les echaré y les diré: Apártense de mí, no sé de dónde son, obradores de maldad. Segunda de Clemente (150 d.C.) 

La escritura dice también en Ezequiel: Aunque Noé y Job y Daniel se levanten, no librarán a sus hijos de la cautividad. Pero si ni aun hombres tan justos como éstos no pueden con sus actos de justicia librar a sus hijos, ¿con qué confianza nosotros, si no mantenemos nuestro bautismo puro y sin tacha, entraremos en el reino de Dios? O ¿quién será nuestro abogado, a menos que se nos halle en posesión de obras santas y justas? Segunda de Clemente (150 d.C.) 

Practiquemos, entonces, la justicia para que podamos ser salvos hasta el fin. Segunda de Clemente (150 d.C.) 

Porque yo también, siendo un pecador extremo y aún no libre de la tentación, sino en medio de las añagazas del diablo, procuro con diligencia seguir la justicia, para poder prevalecer consiguiendo llegar por lo menos cerca de ella, en tanto que temo el juicio venidero. Segunda de Clemente (150 d.C.) 

Éstos son los que han creído, pero por razón de su corazón indeciso han abandonado el verdadero camino. Hermas (150 d.C.) 

Aparta de ti todo ánimo indeciso y no dudes en absoluto de si has de hacer suplicar a Dios, diciéndote a ti mismo: “¿Cómo puedo pedir una cosa del Señor y recibirla siendo así que he cometido tantos pecados contra Él?” No razones de esta manera, sino vuélvete al Señor de todo corazón, y no le pidas nada vacilando, y conocerás su gran compasión, pues Él, sin duda, no te abandonará, sino que cumplirá la petición de tu alma. Porque Dios no es como los hombres que guardan rencores. Hermas (150 d.C.) 

No aflijas al Espíritu Santo que mora en ti, para que no suceda que interceda a Dios y se aparte de ti. Hermas (150 d.C.) 

Las ovejas que viste contentas y juguetonas, son las que se han apartado de Dios por completo, y se han entregado a sus propios deleites y deseos de este mundo. En ellas, pues, no hay arrepentimiento para vida. Hermas (150 d.C.) 

Pese a todo, éstos también, cuando oyeron mis mandamientos, siendo buenos, se purificaron a si mismos y se arrepintieron rápidamente. Tienen, por tanto, su habitación dentro de la torre (la iglesia). Pero si alguno vuelve otra vez a la disensión, será echado fuera de la torre y perderá su vida. 
Hermas (150 d.C.) 

Les exhorto a que se entreguen con gran diligencia al gran combate de su salvación. 
Justino Mártir (160 d.C.) 

Temamos, no sea que después de conocer a Cristo hagamos lo que no agrada a Dios, y en consecuencia no se nos perdonen ya nuestros pecados, sino que se nos excluya de su reino. Pablo dijo a este propósito: “Si no perdonó las ramas naturales, él quizá tampoco te perdone, pues eres olivo silvestre injertado en las ramas del olivo y recibes de su savia.” 
Ireneo (180 d.C.) 

De modo semejante quienes no obedecen a Dios y reniegan de él, dejan de ser sus hijos. 
Ireneo (180 d.C.) 

Cristo no volverá a morir por aquellos que cometen pecado, pues la muerte no se enseñorea más de él… Por eso no debemos jactarnos… Pero sí debemos cuidarnos, para que no dejemos de alcanzar el perdón de pecados y seamos excluidos de su reino. Esto pudiera sucedernos, aunque hubiéramos llegado a conocer a Cristo, si hiciéramos lo que a Dios no le agrada. Ireneo (180 d.C.) 

No es la fe, el amor, la esperanza ni el sufrimiento de un día; sino “el que persevera hasta el fin será salvo.” Clemente de Alejandría (195 d.C.) 

Nadie ha de hacerse malo porque Dios sea bueno, ni piense que cuantas veces es perdonado, tantas puedes pecar. Porque habrá un límite para el perdón, mientras que no habrá un límite en el pecar. Tertuliano (197 d.C.) 

Pero Dios, que preveía todos estos venenos, aun cuando hubiere quedado ya cerrada la puerta del perdón con el cerrojo del bautismo, quiso que quedara todavía algún camino abierto: y así dejó en la entrada la puerta de la segunda penitencia, que pudiera abrirse para los que llaman a ella: pero ésta se abre ya una sola vez, pues es ya la segunda puerta. Después ya no podrá ser abierta de nuevo, si una vez hubiere sido abierta en vano. Tertuliano (197 d.C.) 

Nadie es un cristiano, sino el que persevera hasta el fin. Tertuliano (197 d.C.) 

Está escrito: ‘El que persevere hasta el fin, éste será salvo’. Lo que precede el fin no es más que un paso en la subida a la cumbre de la salvación. 
Cipriano (250 d.C.) 

“He aquí yo la arrojo en cama y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.” Ciertamente, el Señor no les habría llamado al arrepentimiento, sino prometiera misericordia a los que se arrepienten. 
Cipriano (225 d.C.) 


Ciertos hombres (los herejes) que sostienen ideas contrarias, malinterpretan estos pasajes. Ellos destruyen el libre albedrío al introducir la idea de una naturaleza pecaminosa incapaz de salvación, y sostienen que otros pueden ser salvos de tal forma que no pueden perder la salvación. Orígenes (225 d.C.)


LA AUTORIDAD MAXIMA: LA PALABRA DE DIOS



Y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con ustedes, si ustedes estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de ustedes; mas si le dejareis, él también os dejará. 2 Crónicas 15:2 

La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. Ezequiel 33:12 

Y serán aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Mateo 10:22 

Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:62 

Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 2 Timoteo 2:12 

Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados. Hebreos 10:26 

Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 2 Pedro 2:20-21 

Ver también:

Mat 24:13 
Lucas 17:31-32 
Juan 8:31-32; 15:1,6
Gal 6:9
Santiago 1:12
He 6:4-6; 10:36 


BENDICIONES

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