lunes, 10 de octubre de 2011

EL REINO Y SUS LEYES SOBRE EL MATRIMONIO Y EL DIVORCIO

Las leyes del reino sobre el matrimonio y el divorcio

 

"Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.” Jesús dijo esas palabras porque él sabía que la mayoría de las personas que escucharan sus enseñanzas se ofenderían por ellas. Cuando las personas hallan tropiezo en las enseñanzas de Jesús, por lo general responden en una de las dos formas siguientes: Algunos sencillamente deciden que ya no tendrán más nada que ver con Jesús, y regresan al mundo. Y otros de los que se ofenden por las enseñanzas de Jesús se unen a una iglesia con valores mundanos. Ellos sencillamente buscan hasta encontrar una iglesia que enseñe que Jesús realmente no estaba en serio con lo que dijo. Y no es difícil encontrar una iglesia así en estos tiempos. De hecho, es muy difícil encontrar una iglesia que no niegue las enseñanzas de Jesús.

Entre las enseñanzas de Cristo que en la actualidad causan las mayores ofensas están sus estándares sobre las riquezas y el divorcio. Ya hemos visto las enseñanzas de Jesús sobre las riquezas. Así que, veamos lo que él dijo acerca del divorcio:

“También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación [Griego: porneia], hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mateo 5.31–32).

Eso es muy directo, ¿verdad? El que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación (Griego: porneia), será responsable de causar que ella cometa adulterio si se vuelve a casar. Ya que si ella se vuelve a casar, tanto ella como su nuevo esposo cometerán adulterio.


El divorcio bajo la ley mosaica

 

Para comprender cabalmente el significado de la ley del reino de Jesús sobre el divorcio, nosotros debemos comprender primero la práctica del divorcio bajo la ley mosaica. Jesús comenzó su declaración sobre el divorcio diciendo: “También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio”. Jesús se estaba refiriendo al pasaje que aparece en Deuteronomio, que dice: “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová” (Deuteronomio 24.1–4).

De modo que bajo la ley mosaica, Dios le permitía al hombre divorciarse de su mujer si él hallaba “en ella alguna cosa indecente”. Pero, ¿qué quiso decir Dios por “alguna cosa indecente [en ella]”? Algunos maestros de la ley decían que esto significaba casi cualquier cosa. Pero Jesús le permitía al hombre divorciarse de su mujer sólo por causa de porneia.
Pero, ¿qué tal si una mujer quería divorciarse de su marido? Lo cierto es que Dios nunca le permitió a una mujer divorciarse de su marido. Si esto es algo nuevo para usted, por favor, saque la Concordancia Exhaustiva de la Biblia, STRONG y busque la palabra “divorcio”. Usted hallará que toda referencia a divorcio en el Antiguo Testamento trata con un marido que se divorcia de su mujer. No hay excepción.

El profesor judío Israel Abrahams, de la Universidad de Cambridge, dijo lo siguiente acerca del divorcio judío en el Antiguo Testamento: “En la ley judía, el divorcio siempre fue, de principio a fin, el acto del marido. El término común usado en la Biblia para divorcio es shilluach ‘ishshah, ‘el despido de una esposa’. Nunca leemos acerca de ‘el despido de un marido’. El participio femenino, gerushah, ‘la repudiada’, es el término que se aplica a la mujer divorciada. La forma masculina no aparece.”


 

 

¿Amplió Jesús la ley de Dios sobre el divorcio?

 

Ahora, permítame hacerle una pregunta, y no es una pregunta caprichosa. Al decir lo que les dijo a los fariseos, ¿estaba Jesús ampliando la ley sobre el divorcio, o la estaba restringiendo?

Creo que todos podemos ver que él la estaba restringiendo, ¿verdad? En lugar de permitirle al hombre divorciarse de su mujer por “alguna cosa indecente [en ella]”, Jesús sólo le permite divorciarse de su mujer por causa de porneia. Además, mientras que la ley mosaica le permitía a una mujer divorciada volverse a casar, Jesús lo prohibió completamente al decir: “El que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mateo 5.32).

Así que, Jesús de ninguna manera amplió lo que Moisés había permitido. Él restringió la ley mosaica considerablemente. Una de las cosas que yo encuentro tan increíblemente extraña es que la Iglesia de hoy enseña que Jesús amplió la ley sobre el divorcio. ¿De veras? ¿Cómo es eso?, podría preguntarse uno. Prácticamente toda Iglesia convencional que conozco enseña que un hombre puede divorciarse de su mujer por causa de inmoralidad sexual; además, que una mujer puede divorciarse de su marido por la misma causa. Pero, ¿fue eso lo que Jesús dijo? ¿Acaso amplió él la ley mosaica para que ahora las esposas puedan divorciarse de sus maridos? Él no hizo nada de eso. Él no abrió más la puerta para el divorcio. No, él más bien casi la cerró completamente, dejando una excepción estrecha sólo para el marido.
 
CONTINUA......


BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: EL REINO QUE TRASTORNÓ EL MUNDO de David Bercot.

No hay comentarios:

Publicar un comentario