lunes, 31 de octubre de 2011

EL FRUTO DEL MENSAJE MODERNO DE SALVACIÓN

Introducción 

 

He aquí un pequeño informe acerca de algunas de las conclusiones a las que ha llegado nuestra comunidad en la búsqueda de la verdad. Aquí he tratado de reunir algo de la valiosa información que algunos de nosotros hemos desenterrado en la correspondencia que hemos tenido entre nosotros, y también con otros que han hecho preguntas concernientes a qué es lo que creemos. 

Primero que todo, pienso que cada uno entre nosotros está de acuerdo en que la salvación es imposible sin la fe. Nuestra preocupación, sin embargo, es que en la mayoría de los círculos corrientes el entendimiento de la fe ha sido grandemente influenciado por el punto de vista evangélico o protestante. Tarde o temprano no podemos esperar que los frutos sean muy diferentes. 

El hermano David Keeling comenzó a ver los malos frutos que produce el ampliamente aceptado punto de vista popular de la salvación en el cristianismo evangélico. Este punto de vista, el cual es llamado a veces “El Camino Romano”, consiste en mostrarles a los incrédulos una serie de textos en la Epístola a los Romanos con el propósito de que ellos admitan que están en pecado, para luego arreglarlo todo por medio de la “Oración del Pecador”. El resultado de esto es una experiencia inicial donde la persona cree que ha sido “Salva” o ha “Nacido de Nuevo”. 

Este mensaje de “oración de fe” inicial puede encontrarse en cualquier lugar, desde un tratado o literatura evangelística popular, hasta en la contraportada de la Biblia de los Gedeones. Puede que haya algunas variaciones en la forma como es presentado este mensaje, pero los principios básicos son aceptados por casi cada grupo, desde los sencillos grupos anabaptistas conservadores hasta los más liberales protestantes evangélicos. 

Este informe es para aquellos que, como yo, hemos sido confundidos con este mensaje; es para aquellos quienes han visto los malos frutos que resultan de esta enseñanza; para aquellos quienes han experimentado duda y confusión, o han luchado con sus conciencias y están buscando respuestas. 
 
Una luz en todo esto ha sido para mí el hermano David Keeling, un hombre de granja que tiene un poco usual sentido común en cuanto a la insensatez del mensaje moderno de salvación. Él hace esta pequeña analogía: 

Cuando plantas un campo de maíz y la semilla no germina, o germina y no se parece en nada al maíz, ¿qué haces? ¿Buscarías más de la misma semilla y sólo plantarías más de la misma? ¿Le pondrías más fertilizante? No. Tú revisarías para ver si las semillas están mal. Sin embargo eso es lo que la mayoría de las personas están haciendo. Ellos saben que no están consiguiendo los resultados que deberían obtener del mensaje que están predicando, entonces predican más del mismo mensaje muchas veces, imprimen más tratados y literatura con el mismo mensaje, le añaden algo de música (quizás una banda de rock), suben un poquito más el volumen. Pero, espera un momento, ¿ninguno ha tenido el juicio suficiente para detenerse y revisar la semilla y averiguar si es mala semilla y quizá investigar de dónde vino? 

Eso es lo que intentamos hacer en este informe.  

Trataremos de echarle una mirada al origen del mensaje moderno de salvación, dónde se ha infiltrado, mirar sus frutos y ver a dónde está llevando. 

A través de este ensayo mencionaremos a los anabaptistas. Si tú ignoras qué es el anabaptismo, te informo que fue un movimiento cristiano del Reino que salió de la reforma del siglo XVII.  

Este ensayo se refiere a los anabaptistas primitivos, así como a los modernos, pues conocer algo de la historia de los anabaptistas es definitivamente útil para entender qué es lo que estamos tratando de comunicar.

-Brian Gray




-Traducido Por Ismael Nova

 
BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com



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