jueves, 6 de octubre de 2011

¿PERO NO PROFETIZARON LOS APOSTOLES UNA APOSTASÍA DESPUES DE SU PARTIDA?

Preguntas sinceras acerca de los escritos de la iglesia primitiva


¿Pero no predijeron los apóstoles una gran apostasía?

 

“Sí, pero los apóstoles predijeron que la apostasía tendría lugar después de su muerte,” numerosas personas me señalaron. Es cierto que los apóstoles dijeron que falsos maestros surgirían en su ausencia; pero miremos más de cerca lo que dijeron ellos. 

Pablo dijo a los ancianos de Efesios: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida, entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad” (Hechos 20:28-31). 

Y todas estas cosas sucedieron tal como Pablo las predijo. Los maestros surgieron hacia el fin de la era apostólica, hablando cosas perversas y arrastrando a los discípulos tras ellos. Pero no tenemos que adivinar quienes fueron aquellos maestros. Nosotros conocemos sus nombres: Cerinto, Basílides, Valentino y Marción.


Y nosotros sabemos exactamente lo que ellos enseñaron, porque una porción considerable de las obras de los primeros cristianos fueron dirigidas contra aquellos falsos maestros. La mayoría de ellos a los cuales se refería Pablo, enseñaba una forma de herejía conocida como gnosticismo. Los gnósticos afirmaban tener un conocimiento (gnosis en griego) sobrenatural especial que el resto de la iglesia no tenía. Las enseñanzas gnósticas encuadran exactamente a la predicción de los apóstoles. 

Por ejemplo, Pablo escribió a Timoteo: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;… prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad” (1 Ti. 4:1,3). Eso es exactamente lo que los grupos gnósticos enseñaron. Ellos tenían ayunos obligatorios y leyes sobre las comidas. Algunos de ellos prohibían completamente el matrimonio. Al final de la carta de Timoteo, Pablo aparentemente se estaba refiriendo a los gnósticos:

“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobres cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia (gnosis)” (1 Ti. 6:20). 

El apóstol Juan también dio una descripción de los engañadores que surgieron al final del primer siglo: 

“Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo” (2 Jn. 7). Los gnósticos eran precisamente los que “no confesaban que Jesucristo había venido en carne.” La mayoría de ellos enseñó que Jesús no poseía un cuerpo real de carne y sangre. Pues, de acuerdo a su enseñanza, un dios inferior había creado nuestros cuerpos humanos. 

En conclusión, los engañadores y falsos maestros acerca de los cuales escribieron los apóstoles, fueron los numerosos maestros gnósticos que surgieron al final del primer siglo, los cuales desviaron a algunos de la verdadera fe. Pero los apóstoles nunca dijeron que toda la iglesia había de apostatar. Jesús dijo lo opuesto: “Y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). 

La obra de los apóstoles fue edificada con oro, plata y piedras preciosas: resistió la prueba de la fiera persecución y la de los falsos maestros. Los apóstoles habían advertido lo suficiente a la iglesia de lo que sucedería, y la iglesia estaba preparada para enfrentar aquello.


BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.

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