Cómo desaparecieron las enseñanzas de Jesús en la Iglesia primitiva
Trescientos años antes, los primeros cristianos habían tenido que hacer un cambio radical de paradigma a fin de entrar en el reino de Dios. Pero ahora, después de haber desatendido las señales de aviso de Jesús, los cristianos estaban convencidos de que había llegado el momento de hacer otro cambio de paradigma.
Ellos pensaron que Dios estaba trayendo una nueva era de oro en la cual los cristianos serían libres de la persecución y podrían disfrutar del lujo y poder mundanos. Pero, ¿dice algo el Nuevo Testamento acerca de semejante era de oro?
Ah, ahí precisamente estaba el problema. Nada en el Nuevo Testamento correspondía al modelo de esta nueva era, supuestamente de oro. Por tanto, la Iglesia tuvo que retroceder al período del Antiguo Testamento para encontrar en las escrituras un modelo que funcionara. De manera que en lugar de avanzar, la Iglesia retrocedió al Israel antiguo para encontrar su modelo. Fue, pues, un retro cambio de paradigma.
Nos referiremos a este nuevo modelo como el “híbrido constantiniano” (Hibrido Iglesia-Estado).
Dicho híbrido fue un intento por adaptar la teología y las ordenanzas del Nuevo Testamento a la moral y al estilo de vida del Antiguo Testamento. Y, además, fue un esfuerzo por unir el reino de Dios con los reinos del mundo. La mitad de este híbrido constaría del gobierno secular, y la otra mitad de la Iglesia. Las dos mitades serían una sola entidad, el nuevo “reino de Dios” resultado de una hibridación.
Así como el reino del Antiguo Testamento había sido de la misma extensión que las fronteras físicas de Israel, así también ahora este nuevo reino de Dios, el híbrido, abarcaría más o menos lo mismo que las extensas fronteras del Imperio Romano. El reino de Dios ya no estaría dentro del corazón de las personas. Ahora sería un imperio visible y tangible. Así como los israelitas habían ido a la guerra para defender su reino y someter a los enemigos de Dios, ahora los cristianos serían llamados a hacer lo mismo. Los cristianos que no aceptaran el híbrido constantiniano serían tildados de herejes.
El papel del emperador y la iglesia primitiva
Los reyes israelitas, como David, Salomón y Josías, habían estado estrechamente vinculados con la adoración y la vida espiritual de Israel. Por tanto, de igual manera los emperadores romanos ahora asumirían su “participación legítima” en la adoración y la vida espiritual de la Iglesia. Eusebio escribió:
“Constantino tuvo mucho cuidado de la Iglesia de Dios. En cualquier parte de las distintas provincias donde hubiera algunos que discreparan entre sí, él, a manera de obispo general constituido por Dios, convocaba sínodos de ministros. Tampoco vaciló nunca en estar presente y sentarse con ellos en sus asambleas. Lo que es más, él participaba en sus deliberaciones, ministrando en todo asunto concerniente a la paz de Dios”.
BENDICIONES
FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: EL REINO QUE TRASTORNÓ EL MUNDO de David Bercot.
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