Lo que no preferiríamos ver en la iglesia primitiva
Recientemente estuve en una librería cristiana, cuando noté uno o dos libros concernientes a la difusión peligrosa de las “religiones orientales.”
“¡Cuán increíblemente ciegos somos los cristianos del Occidente!,” pensé dentro de mí. “El cristianismo es una religión oriental.” Nunca seremos capaces de entender la mentalidad de los apóstoles y de los cristianos del Nuevo Testamento hasta que reconozcamos este hecho.
Rudyard Kipling escribió las palabras bastante conocidas: “El Occidente es el Occidente, y el Oriente es el Oriente; y ambos nunca se conocieron.”
Sin duda, el pensamiento oriental es muy diferente al racionalismo occidental. La mente oriental es mucho más rápida que la occidental para entender verdades alegóricas prefiguradas por eventos históricos reales.
La mente oriental a menudo cree en verdades espirituales que la mente occidental y racionalista no las comprende y las rechaza.
Otra diferencia es la tendencia occidental hacia el legalismo. La ciencia de los romanos (los cuales eran occidentales) era la ley. Su sistema legal era muy superior a cualquier otro sistema legal gentil anterior a ellos. La ley moderna usada en el hemisferio occidental está aún basada en gran medida en la ley romana. De esta manera, los teólogos occidentales han entendido las verdades del cristianismo en términos de teorías legales. La teología de Agustín sobre la salvación y la de Anselmo sobre la expiación, son ejemplos perfectos de la teología occidental, la cual reduce los planes de Dios a principios legales.
Pero si queremos entender con exactitud la Escritura, tenemos que aprender a pensar como orientales. Y no es una tarea fácil para nosotros. A menudo el pensamiento oriental de los primeros cristianos es repugnado por el lector occidental. Éste se dice así mismo enojado: “¡Esta gente no piensa como yo! Su lógica no tiene sentido para mí.” En consecuencia, rápidamente descarta a ellos y a sus escritos como extraños.
Sin embargo, los escritores del Nuevo Testamento siguieron la misma “lógica extraña” de los cristianos del segundo siglo. Si no hubiésemos occidentalizado y acomodado el Nuevo Testamento, seríamos capaces de ver aquello. Pero en esta condición, nuestros ojos se encuentran bastante cerrados al estilo del pensamiento oriental, el cual está entretejido en todas las páginas del Nuevo Testamento. Pero ya que los cristianos primitivos no han sido occidentalizados ni acomodados, inmediatamente podemos notar el estilo oriental de su pensamiento cuando leemos sus escritos.
CONTINUA.....
BENDICIONES
FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.
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