martes, 4 de octubre de 2011

VERDADES ESPIRITUALES DE LA LEY

Verdades espirituales de la ley

 

Uno de los escritos de la iglesia primitiva que leí fue la Epístola de Bernabé. Aquí encontré una detallada explicación de las verdades espirituales halladas en la ley mosaica. Por ejemplo, Bernabé escribió que la prohibición de Dios a los judíos contra el comer carne de cerdo, contenía el siguiente mensaje espiritual para los cristianos: 

“No te juntarás, dice, con hombres tales que son semejantes a los cerdos; es decir, que cuando lo pasan prósperamente, se olvidan del Señor, y cuando se ven necesitados, reconocen al Señor, al modo que el cerdo, cuando come, no sabe de su señor; mas cuando tiene hambre, gruñe y, una vez que toma su comida, vuelve a callar.”


Cuando por primera vez leí esto, me reí de semejante lección espiritual “absurda” que Bernabé dedujo de las leyes dietéticas de los judíos contra el comer carne de cerdo. Pero dejé de reírme la próxima vez cuando leí las palabras de Pablo a los corintios referente al derecho de recibir apoyo material: 

“¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto” (1 Cor. 9:8-10). 

Yo pensé en mi interior: “¿por qué nunca antes me di cuenta del significado de este pasaje? Pablo estaba sacando una verdad espiritual de la ley mosaica que yo nunca me habría dado cuenta. Y él dijo que pasajes como éste en la ley fueron escritos por nuestra causa.

¿Por qué entonces debería parecernos extraño que los discípulos de Pablo vean principios similares en la ley?” Seamos honestos. Si encontráramos tal explicación de la ley acerca de los bueyes en la Epístola de Bernabé y no en los escritos de Pablo, ¿nos reiríamos también? 

Y por favor, no digas que fue correcto para Pablo hablar así sólo porque era inspirado. Pablo estaba presentando un argumento para persuadir a sus lectores. Él intentaba razonar con ellos. Una persona no razona con alguien, utilizando argumentos que no tengan sentido lógico para ambos. No, el argumento de Pablo sí tenía sentido lógico para sus lectores corintios. No dependía únicamente de la inspiración. 

 

Gente real en un mundo real

 

Por favor, no me malentiendas. No estoy rechazando ni minimizando la inspiración de la Escritura. Lo que estoy afirmando es que los escritores del Nuevo Testamento fueron personas reales que escribieron a otras personas reales; todos ellos vivieron en un mundo histórico real. No era un mundo moderno, occidentalizado y acomodado. Era un mundo helenístico oriental y antiguo con sus propios patrones de pensamiento. 

Hace poco, vi un autoadhesivo en un automóvil que decía: “Si Dios parece estar lejos, adivina quién se alejó: ¿Él o nosotros?” Una pregunta igualmente válida sería: “Si el cristianismo que existió alrededor del año 100 d.C. nos parece lejano y extraño, adivina ¿quién se alejó del cristianismo del primer siglo?” 

Si no estuviésemos leyendo todo a través de nuestros filtros prejuiciosos, el Nuevo Testamento nos parecería extraño también. Para que esto no sucediera, hemos modernizado, occidentalizado y acomodado a los escritores apostólicos. Pues nos engañamos pensando que Juan podría entrar en las iglesias occidentalizadas del siglo veintiuno y sentirse como en casa. Al contrario, pensamos que él vería extrañas a las iglesias del segundo siglo. Ahora, ¿quién está engañando a quién? 

En resumen, los escritos de los primeros cristianos hicieron más por mí que simplemente proveer evidencia histórica de cómo entendieron la Escritura las iglesias primitivas. Ellos también eliminaron la ceguera de mis ojos y los hicieron capaces de ver el Nuevo Testamento mismo. Ellos pueden hacer lo mismo por ti.


BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.

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