lunes, 3 de octubre de 2011

DE LO MALO A LO PEOR

Fuentes buenas, fuentes malas

De lo malo a lo peor

 

Ahora, si las fuentes secundarias legales no pueden ser confiables, ¡cuánto menos las fuentes secundarias religiosas! No sólo por el mismo margen de error accidental que está presente, sino también por la presencia de puntos de vistas teológicos preconcebidos. 

Una persona no consigue una posición en la cual se le pide escribir artículos para enciclopedias o comentarios bíblicos sin haber pasado primero por una gran cantidad de seminarios de adoctrinamiento. 

El escritor cristiano de libros de referencia no es una persona de mente en blanco, ni un buscador independiente de la verdad de Dios. Al contrario, él tiene un tipo de ortodoxia intelectual o teológica al cual tiene que adherirse, si espera que su obra sea aceptada. 

Incluso si el escritor fuera históricamente objetivo y espiritualmente honesto, él aún tendría un editor y una publicadora sobre él. Los editores y las publicadoras tienen convicciones muy definidas y políticas de publicación. Ellos jamás publicarán algo que contradiga sus posiciones firmes. 

El problema es más complicado por el hecho de que la mayoría de los comentarios, Biblias de estudio, diccionarios bíblicos, libros de historia de la iglesia y otros libros cristianos de referencia no son, estrictamente hablando, fuentes secundarias. 

Recuerda, nuestra definición de una fuente secundaria es una que se deriva de una o más fuentes primarias. 

La mayoría de libros que pretenden dar información histórica acerca de la iglesia del primer y segundo siglos están basados, no en fuentes primarias, sino en libros de alguien más. Yo me refiero a ellos como libros de fuentes terciarias. En otras palabras, el escritor no tiene conocimiento personal de lo que está tratando. Él simplemente está confiando en la investigación de otros. Y a eso se suman sus prejuicios y errores. 

Las fuentes terciarias son lo equivalente a lo que nos referimos en el mundo legal como testimonio de oídos. Básicamente hablando, es una evidencia que no proviene del conocimiento personal de una persona.

Por ejemplo, alguien puede decirme que su vecino se embriaga todas las noches. Ahora, si yo nunca he visto a su vecino embriagado, mi información es un testimonio de oídos. Normalmente no sería aceptado en una corte de justicia. Cuando confiamos en fuentes terciarias, esencialmente estamos confiando en un testimonio de oídos. Y esto nunca es una buena base para descubrir la verdad. 

En realidad, la mayoría de los libros cristianos, comentarios y obras de referencia, no son calificados en mi opinión como fuentes terciarias. Esto es porque ellos no se basan en fuentes secundarias. Me refiero a ellos como fuentes “cuaternarias” (de cuarto). 

En otras palabras, el autor mismo nunca ha leído de las fuentes primarias, ni incluso fuentes secundarias. En lugar de ello, él sólo ha leído lo que otras personas han dicho, las cuales nunca han leído ninguna de las fuentes originales. A pesar de que el autor está muy lejos de usar las fuentes originales de autoridad, escribe como si supiera acerca de lo que está hablando. Y las personas aceptan sus palabras sin cuestionar, particularmente si tiene el título de Dr. o Lic. antes de su apellido. 

El triste resultado es que las mismas suposiciones de algunos profesores de seminario se repiten en docenas de libros por varios autores que no cuestionaron la fidelidad de tales suposiciones. Y muy pronto, lo que no es más que especulación fantasiosa o invención prejuiciosa adquiere la apariencia de verdad, porque mucha gente la está diciendo. 

He mencionado que uno de los entendimientos populares en la actualidad de 1 Corintios 11 es que esto se debía simplemente a un problema cultural del primer siglo: Pablo dio su instrucción acerca del velo, porque las prostitutas no cubrían sus cabezas; y si las cristianas no se cubrían con un velo, serían confundidas con las prostitutas. He oído esta explicación docenas de veces. Sin embargo, no se basa en ninguna evidencia histórica de los escritos de la iglesia primitiva. Es puramente la suposición de alguien. No obstante, ésta es más creída que la luz real que arrojan las fuentes primarias sobre dicho asunto.


Principio Nº6 Para encontrar la verdad acerca del cristianismo histórico, debes ir a las fuentes primarias.
 
Me parece que hemos hablado suficiente sobre las fuentes no confiables. Ahora veamos dónde podemos ir para averiguar cuál era el curso de acción de la congregación corintia y de las demás iglesias del Nuevo Testamento. 

CONTINUA........

BENDICIONES

FUENTE: www.laiglesiaprimitiva.com
Tomado del Libro: LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y SUS ESCRITOS de David Bercot.

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